Refuerzo de verduras a base de plantas en la nutrición diaria
Las verduras son un alimento
esencial para una dieta saludable. Son bajas en calorías y grasas, y altas en
fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Las verduras también son una buena fuente de agua, lo que ayuda a mantenernos hidratados.
Los beneficios de consumir
verduras son numerosos.
Pueden ayudar a reducir el riesgo
de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y obesidad.
También pueden ayudar a mejorar la
salud digestiva, la función cerebral y el estado de ánimo.
Tipos de verduras:
Las verduras se pueden clasificar
de diversas maneras, según su color, textura o sabor. Una clasificación común
es la siguiente:
Verduras de hoja verde: La
espinaca, la col rizada, la acelga y la lechuga son ejemplos de verduras de
hoja verde.
Estas verduras son una excelente
fuente de vitaminas A, C y K, así como de ácido fólico.
Verduras crucíferas: La
coliflor, el brócoli, el repollo y las coles de Bruselas son ejemplos de
verduras crucíferas.
Estas verduras son una buena
fuente de vitaminas C, K y ácido fólico, así como de glucosinolatos, que son
compuestos que pueden ayudar a proteger contra el cáncer.
Verduras de raíz: La
zanahoria, la remolacha, la patata y la batata son ejemplos de verduras de
raíz.
Estas verduras son una buena
fuente de vitaminas A, C y B6, así como de potasio y fibra.
Verduras de tallo: El apio,
el espárrago y el pepino son ejemplos de verduras de tallo.
Estas verduras son una buena
fuente de vitaminas A, C y K, así como de potasio y fibra.
Verduras de bulbo: La
cebolla, el ajo, el puerro y el chalote son ejemplos de verduras de bulbo.
Estas verduras son una buena
fuente de vitaminas A, C y K, así como de compuestos azufrados, que pueden
ayudar a proteger contra el cáncer.
Verduras de fruto: El
tomate, el pepino, el pimiento y el calabacín son ejemplos de verduras de
fruto.
Estas verduras son una buena
fuente de vitaminas A, C y K, así como de licopeno, un antioxidante que puede
ayudar a proteger contra el cáncer.
Propiedades y función en el cuerpo
Las verduras son una buena fuente
de una variedad de nutrientes esenciales, que incluyen:
Vitaminas: Las verduras son
una buena fuente de vitaminas A, C, E, K y del complejo B.
Estas vitaminas son importantes
para una variedad de funciones corporales, como la visión, el sistema
inmunitario, el crecimiento y el desarrollo.
Minerales: Las verduras son
una buena fuente de minerales como el potasio, el magnesio, el calcio, el
hierro y el zinc.
Estos minerales son importantes
para una variedad de funciones corporales, como la salud ósea, la función
muscular y la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
Fibra: Las verduras son una
buena fuente de fibra, que es importante para la salud digestiva.
La fibra ayuda a regular los
movimientos intestinales y a prevenir el estreñimiento.
Antioxidantes: Las verduras
son una buena fuente de antioxidantes, que ayudan a proteger las células del
daño causado por los radicales libres.
Los radicales libres son moléculas
inestables que pueden dañar las células y contribuir al desarrollo de
enfermedades crónicas.
Cómo incorporar más verduras en la dieta
Hay muchas maneras de incorporar
más verduras en la dieta.
Una forma es agregarlas a las
comidas principales, como ensaladas, sopas, guisos y platos de arroz.
También se pueden agregar verduras
a los aperitivos y refrigerios, como zanahorias, apio y pepinos con hummus o
guacamole.
Aquí hay algunas ideas para
incorporar más verduras en la dieta:
Coma una ensalada o un plato de
verduras como primer plato.
Agregue verduras a sus sopas y
guisos.
Cocina las verduras al vapor, al
horno o en una sartén.
Agregue verduras a sus batidos.
Haga refrigerios con verduras
crudas o asadas.
Con un poco de planificación, es
fácil incorporar más verduras en la dieta.
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